¿Por qué OTAN podría hacer estallar guerra entre Ucrania y Rusia?
Militares de ejércitos de EE.UU. y Ucrania asisten a la ceremonia de
apertura de un ejercicio militar en la región ucraniana de Lviv, 20 de
septiembre de 2021. (Foto: Reuters)
Un análisis vincula el afán de EE.UU. y la OTAN por armar y apoyar a Ucrania con la posibilidad de que Kiev declare una guerra a Rusia.
La revista estadounidense The National Interest, en un artículo publicado el jueves destaca que Estados Unidos y sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) están armando “afanosamente” a Ucrania y participando en otras acciones que alientan a los líderes de Kiev a creer que tienen un fuerte respaldo occidental en su confrontación con Rusia y los separatistas de la región de Donbás (este de Ucrania).
De acuerdo con el autor del texto, Ted Galen Carpenter, los líderes occidentales están siguiendo una “estrategia imprudente que está generando advertencias cada vez más precisas por parte de los funcionarios del Kremlin”.
En este sentido, recuerda el ofrecimiento de Washington, durante el Gobierno de Joe Biden, de una nueva venta de armas por 125 millones de dólares a Kiev, y la entrega reciente, en octubre, por parte de Turquía de drones y otros equipos al Ejército ucraniano.
Y, según el medio, no solo se trata de envíos armamentísticos y ejercicios militares conjuntos, también están los pronunciamientos de apoyo de Washington a defender la soberanía y la integridad territorial de Ucrania contra lo que llaman la “agresión rusa”.
Ante ello, Rusia que considera una amenaza una Ucrania armada hasta los dientes, también ha realizado despliegues militares cerca de su frontera con este país europeo.
Fuerzas de Ucrania no pueden competir con las de Rusia
“Tales acciones son innecesariamente desestabilizadoras […] Lógicamente, tales alardes carecen de fundamento; Las fuerzas militares de Ucrania no pueden competir con las de Rusia en términos de cantidad o calidad”, remarca The National Interest.
El medio cierra su nota sugiriendo que Washington y sus socios de la OTAN deben alejarse de sus políticas cada vez más peligrosas y cambiar de rumbo antes de que conviertan el conflicto de Ucrania en una conflagración.
Las relaciones entre Moscú y Kiev se deterioraron, cuando la península de Crimea se reincorporó a Rusia tras un referéndum en marzo de 2014. Más del 96 % de los crimeos votó a favor de la incorporación a la Federación Rusa.
Desde entonces, Rusia y el Occidente siguen sin poder superar las brechas que surgieron a raíz de esta coyuntura que condujo a Ucrania involucrarse en una campaña bélica contra los grupos soberanistas de las repúblicas populares de Donetsk (RPD) y Lugansk (RPL), situadas en la región del Donbás, en el este del territorio ucranio.
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