Tiroteo en EEUU reaviva críticas sobre falta de control de armas
Publicado em 28 de out de 2018
Tras el tiroteo en una sinagoga en la ciudad estadounidense de Pittsburgh, que causó la muerte de 11 personas, las reacciones no tardaron en llegar.
Tras la balacera en la sinagoga Árbol de la Vida en Pittsburgh, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pionero en políticas racistas, condenó el ataque y lo calificó de acto antisemita.
Trump dijo que en Estados Unidos no debe haber tolerancia por el antisemitismo, ni por ninguna forma de odio o prejuicio racial.
La tragedia ocurrió el sábado, cuando un hombre armado identificado como Robert Bowers, de 46 años, se atrincheró en la sinagoga e intercambió disparos con las fuerzas del orden. Según la Policía, el atacante, que se encuentra bajo custodia, hizo declaraciones antisemitas extremas antes de iniciar el ataque y, probablemente, actuó solo. El papa Francisco calificó de “acto inhumano” la matanza y llamó a “extinguir los brotes de odio”. Otros ven lo ocurrido desde otro punto de vista. El suceso permite reavivar críticas a quienes están de acuerdo con que portar armas esté permitido en Estados Unidos. Aunque el presidente Trump solo habla de odio y antisemitismo y no de los defectos de las leyes relacionadas con las armas en Estados Unidos, no hay espacio para ocultar esta realidad, y un número considerable de figuras destacadas reconocen la necesidad de hacer cambios en los reglamentos. Esto es algo que jamás desean los dueños del lucrativo negocio de armas.
Tras el tiroteo en una sinagoga en la ciudad estadounidense de Pittsburgh, que causó la muerte de 11 personas, las reacciones no tardaron en llegar.
La tragedia ocurrió el sábado, cuando un hombre armado identificado como Robert Bowers, de 46 años, se atrincheró en la sinagoga e intercambió disparos con las fuerzas del orden. Según la Policía, el atacante, que se encuentra bajo custodia, hizo declaraciones antisemitas extremas antes de iniciar el ataque y, probablemente, actuó solo. El papa Francisco calificó de “acto inhumano” la matanza y llamó a “extinguir los brotes de odio”. Otros ven lo ocurrido desde otro punto de vista. El suceso permite reavivar críticas a quienes están de acuerdo con que portar armas esté permitido en Estados Unidos. Aunque el presidente Trump solo habla de odio y antisemitismo y no de los defectos de las leyes relacionadas con las armas en Estados Unidos, no hay espacio para ocultar esta realidad, y un número considerable de figuras destacadas reconocen la necesidad de hacer cambios en los reglamentos. Esto es algo que jamás desean los dueños del lucrativo negocio de armas.
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