Detrás de la Razón; Deshuesarlo fue fácil con una sierra: Investigación que acusa a amigo de Trump


Publicado em 20 de jun de 2019



Dron de Estados Unidos es derribado por Irán, así despertó Washington y el mundo entero, viendo que las cosas se ponen aun más calientes, al máximo diría yo, en Oriente Medio. Por ello, antes de hablar del dron, del derribo, y de las cosas que están haciendo iraníes y estadounidenses, hablemos primero de uno de los más graves problemas y obstáculos para la equidad y la justicia en la región: Arabia Saudí, sin la cual no se pueden entender los problemas, guerras, violencia y caos en Oriente Medio. Antes de que el dron de esta mañana fuera derribado, había salido un informe super revelador de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Una investigación de más de 6 meses que será un golpe bajo para Donald Trump y su amigo el príncipe heredero de Arabia Saudí, Muhamad bin Salman. La investigación de la ONU apunta y exige que el famoso príncipe sea llevado a un proceso de carácter judicial porque hay suficiente evidencia para creer que él es el cerebro o por lo menos estaba al tanto del macabro descuartizamiento del periodista saudí, dentro del consulado de Arabia Saudí, en Estambul, Turquía, en octubre del año pasado. Lo deshuesaremos, no será problema ¿Ya llegó el animal de sacrificio? Son las palabras de los asesinos en los últimos momentos de la vida del periodista. Estos son los nuevos detalles descubiertos por la ONU, que señalan que el comando de la muerte que asesinó a Jamal Khashoggi, estaba dirigido por la cúpula más alta de la monarquía saudí y por la crueldad y sadismo más espantoso que hemos visto en los últimos tiempos, no olvidemos la masacre que hacen en Yemen. Es tan triste ver que el periodista y su novia llegaron tomados de la mano al consulado a la 1:30 de la tarde, novia que se quedó dando vueltas, desesperada hasta la media noche sin saber que adentro, su novio estaba ya hecho pedacitos. Se utilizó, una inteligencia increíble para planear el descuartizamiento. A los descuartizadores, les compraron boletos de avión, hotel pagado con todo y su familia para hacer creer a los investigadores que iban de vacaciones familiares, incluso tuvieron la delicadeza de pedir habitaciones con vista al mar, escogieron, también al doble del periodista. La coordinación para asesinar fue perfecta: aviones, vuelos, hoteles, taxis, coches diplomáticos, cámaras de seguridad, el staff del consulado y un equipo científico para borrar la evidencia, porque fue además desmembrado mientras escuchaban música. ¿De qué nivel de crueldad y de seres humanos estamos hablando? Este es el informe, de la ONU, hecho por Agnes Callamard, la relatora especial sobre ejecuciones extrajudiciales de la agencia de derechos humanos. En 100 páginas y después de 6 meses de arduo análisis y búsqueda de pistas y evidencia, presenta hasta ahora el reporte más detallado y fidedigno sobre la responsabilidad del o de los asesinos del Sr. Khashoggi y su encubrimiento, investigación que señala a los niveles más altos de la corte real saudí. La ONU pide a la comunidad internacional que promuevan una investigación y proceso con carácter jurisdiccional y judicial para hacer justicia. Pero ¿quién es la Comunidad Internacional? Ya no hablemos de todos los países, hablemos de los supuestos guardianes de la paz, las 5 potencias que son el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU). EE.UU., Reino Unido, Francia, China y Rusia ¿quién de ellos se animará a promover un juicio contra Arabia Saudí, si todos estos países están cerrando contratos billonarios con el príncipe? ¿Qué esperanza tiene la justicia? ¿Y cómo todo esto se enmarca en la gran tensión que sufre hoy Oriente Medio? Explicación que no se puede hacer, empero, sin hablar de Arabia Saudí. En Detrás de la Razón, nosotros preguntamos, los analistas contestan y usted en su casa concluye. Y si la realidad hace lo que quiere, entonces nosotros volveremos a preguntar. Lo importante es detectar las aristas que no nos dicen. El análisis, las preguntas y respuestas a las diez treinta de la noche, desde los estudios de Teherán; Londres, siete y Madrid, ocho de la noche; México, Colombia y Chicago a la una de la tarde. Por Roberto de la Madrid